miércoles, 23 de septiembre de 2009

A propósito de un escrito de Raquel

“Orfandad” se llama la entrada de Raquel. Tengo formación cristiana, ocho años de educación jesuita, no pasan en vano, con una abuela de profunda convicción católica, que trasmitía constantemente. Mi mujer era atea, de familia militantemente atea. Cuando se enfrentó a la situación límite, que marcó nuestras vidas, buscó creer en algo.
Un día, cuando ya no había esperanza ninguna, me comentó que al final uno está solo, que la familia, los amigos, por supuesto que acompañan, que alivian el destino final.
Pero en ese momento, uno está solo.
Este comentario, que en su momento me costó entender, lo comprendí luego en toda su dimensión, cuando yo quedé solo.

5 comentarios:

  1. Daniel creo que el nudo está en estar solo o sentirse solo.
    Un abrazo

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  2. Todos estamos solos, aunque estemos rodeados de familia y amigos entrañables.
    Somos dueños de nuestro destino, y en eso estamos solos, en un sentido filosófico.
    La soledad puede ser nuestra mejor amiga, aún rodeados de mucha gente que nos ame!

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  3. Creo que la soledad en vida se elige, pero en el momento final sos tu y tu alma.El q tiene fe en algún Dios, o en lo que sea,se sentirá acompañado, los otros quizás nos preguntemos porqué no la tuvimos.
    Y hablando de muerte:"No le tengo miedo a la muerte, pero no quiero estar allí cuando suceda"Woody Allen.

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  4. Cuando me tocó estar frente a la muerte y no llegué a viajar con ella, sentí la unicidad del enfrentamiento. Pero creo al igual que Estela -y utilizo sus hermosas y lúcidas palabras-
    :"el nudo está en estar solo o sentirse solo".

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  5. Sí , tengo la certeza de que debe ser así.La muerte :cada uno con su mismidad. Los otros, los sobrevivientes , estamos obligados a seguir andando en la cinta(como las dos valijas en uno de tus sueños, Daniel).

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