jueves, 1 de octubre de 2009


Supongamos, por un instante, que a partir de ahora no vamos a escuchar ninguna canción nueva, ni ninguna música, no vamos a leer ninguna novela nueva, ni una poesía, no veremos ningún cuadro nuevo. En resumen nada nuevo en literatura, cine, pintura, escultura, teatro, nada nuevo en ninguna manifestación artística.Entonces las hadas y los gnomos, los sapos y las princesas, los brujos y las magas, serían quienes nos sacarían de ese terrible momento.
Sapos y princesas (4 )

jueves, 24 de septiembre de 2009

Desahogo
Sanguinetti, hablando para radio 10 en Buenos Aires, radio del grupo Hadad, la derecha ultraconservadora de Argentina, trata a Mujica de Viejo Vizcacha, personaje vil de la literatura, ventajero, machista, desleal. El Viejo Vizcacha, no Sanguinetti.
Sanguinetti, viene de la academia, político y hombre culto, defensor del patrimonio material e inmaterial del país. A fines de los sesenta, cuando se demolió el Mercado Central, él fue casi el único que se opuso, adelantándose años a la preservación del pasado. Pero toda esa sensibilidad desaparece y es capaz de insultar de esa forma a un adversario político.
Lacalle dice que Mujica vive en un sucucho, en una cueva. Lacalle viene de una familia patricia. Su segundo apellido De Herrera, recorre gran parte de nuestra historia.
Viene de un partido que solía levantarse en armas contra los gobiernos legalmente constituídos, en guerras crueles, con degüellos, fusilamientos sumarios y leva.
Aparicio tenía en sus filas a el mejor dinamitero de la época, que se ocupó muy bien de volar puentes, vías de ferrocarril, de destruir las venas de un país naciente.
Ambos, Lacalle y Sanguinetti, reniegan de la lucha de clases, perimida, obsoleta, dicen. Pero son ellos quienes destilan ese odio visceral al distinto, al que nunca tuvo nada, al que tiene “una mirada otra” sobre todas las cosas.
Que se viste distinto a ellos. Es impresentable, se ha dicho de una persona que se viste mal como el 90 % de los uruguayos.
No soportan que el poder, o esa pequeña parcela de poder que la presidencia significaría, se escape de su clase, no importa si blanca o colorada.
Mujica el otro día pidió que lo dejen vivir austeramente, que tenga la libertad de vivir como quiera, que no pretende que todos vivan como él.

miércoles, 23 de septiembre de 2009


Los gnomos que conocemos nosotros son los que invaden tantos jardines de las casas de playa de nuestra costa.
Han perdido toda su magia, están inmóviles, decorando jardines insípidos, de una clase media, conforme con su casa de playa, el “ Uruguay de la medianía”.
Siempre quise formar un comando dedicado a volar, a estallar, esos enanos.


Sapos y princesas (3)
A propósito de un escrito de Raquel

“Orfandad” se llama la entrada de Raquel. Tengo formación cristiana, ocho años de educación jesuita, no pasan en vano, con una abuela de profunda convicción católica, que trasmitía constantemente. Mi mujer era atea, de familia militantemente atea. Cuando se enfrentó a la situación límite, que marcó nuestras vidas, buscó creer en algo.
Un día, cuando ya no había esperanza ninguna, me comentó que al final uno está solo, que la familia, los amigos, por supuesto que acompañan, que alivian el destino final.
Pero en ese momento, uno está solo.
Este comentario, que en su momento me costó entender, lo comprendí luego en toda su dimensión, cuando yo quedé solo.

martes, 22 de septiembre de 2009


¿Es creíble que Caperucita confundiera al lobo con su abuela?,¿ Tan poco la conocía ?. ¿Qué buscaba en realidad Caperucita ?


Sapos y princesas (2)

Los pescadores miraban con recelo a aquel recién llegado a su costa, que era el único que pescaba. Su cuchillo era el que trozaba, fileteaba , ante la mirada furibunda de los demás. Descubrieron su secreto. De noche se encontraba con una sirena y ella era quien lo ayudaba. Una noche un grito desgarrador mezcla de llanto y dolor, sacudió al pueblo. Luego el pescador no pescó más. Nadie pescó más y por las noches cada tanto se sentía en el pueblo aquel grito desgarrador. Se supo con el tiempo que la sirena enamorada, le había pedido al pescador que la acompañara a su mundo.

Sapos y princesas (1)

Louvre, contemplando la Coronación de Napoleón de David. Comentario de turista español a su compañera de viaje: “Pues que memoria para recordar todos esos rostros “

On the road (5)